Catenaria
Dos puntos que se unen. Una hebra que viaja, que cruza, de Buenos Aires a Barcelona. Despliegue. Horizonte. Memorias cruzadas.
Un Espacio: La Model. Penal modélico en represión. Máxima expresión del concepto «universo carcelario» como sistema de control y tortura. Don Máximo Cuervo, director general de prisiones: «la disciplina del cuartel, la seriedad de un banco, la caridad de un convento». Ni adversarios ni enemigos. Simplemente bandidos. Sometimiento de cuerpo y espíritu. La mecánica penitenciaria guardando la reproductividad del horror. Su Aura.
Un hilo marcando el límite visual y mental. Un sueño. Azul. Tela. Memoria. También ahora una vela al viento del patio para escapar del presente y del pasado, para arrastrar la violencia hacia afuera.
El panóptico de La Modelo. Todas las cárceles. Todos los campos. Aviso general: vigilia constante. Exposición absoluta. Muerte a la privacidad. Dominio total. El campo como Fabrica. Un ¡aquí todo es posible!. Desaparecido lo humano, máxima expresión del poder. Disciplina que opera dentro y fuera del penal. Su desnacionalización.
1941 Isidro Castellón, director de esta cárcel MODELO de Barcelona: “un preso es la diezmillonésima parte de una mierda”.
Años setenta: «Fuera torturas nocturnas.!», gritan las pancartas vecinales en los balcones cercanos. Mismos balcones hoy, otras banderas.
Memoria de la represión que viaja en los espectros de aquellos presos. Es el eco de los gritos que golpean las fachadas del barrio cuando salen disparados por las ventanas del penal. La cárcel como el fin de la tortura, ¡dicen!. El comienzo de la redención.
Buenos Aires-Barcelona. Desplegar el horizonte de una memoria compartida: protagonistas de la semana trágica porteña (1918). Inmigrantes anarquistas que luego lucharan en la guerra de España. Anarquistas sin patria en la Modelo.
Catenaria de cruces. Una constelación. Tiempos y espacios. Aparece una lejanía: Chile, otra vez la violencia…Y el recuerdo de la Cruzada en España: ¡Presente!. 44 años. Franco y la gran Belleza. Su exhumación.
Una violencia en Chile que recuerda, latente. Un dolor enfrentado a la memoria, recordando, avisando del fuego. Una América Latina doliente. Colonizada por aquella potencia nacionalizadora. Catequética. Un cristianismo para transformar vidas. Someterlas. Vigilarlas. Castigarlas. El Descubrimiento como culminación de la Cruzada. La salvación imperial. Destrucción civilizatoria.
La cárcel como almacén de pobres, reformatorio clandestino, escuela…y centro de torturas del bien y el orden. Un Estado de Guerra hasta 1948, 9 años después del final. Máxima expresión del campo. Una vida. Su verdadera vida. Tal y como el sistema y millones quieren que vivan. La interrupción de unos destinos singulares. Cárcel para presos. Cárcel para funcionarios. Motines de unos y de otros. Un ¡Aquí todo es posible!. Morir Matando. Lo humano en estado de excepción.
El dolor de las víctimas huele igual: “sociales”, mujeres, homosexuales, anarquistas, obreros, comunistas, sindicalistas, franquistas.
Mismo penal: iglesia católica, protestante, insumisión.
Abusos, megafonías, recuentos, gritos, frio, comunas, solidaridad. Muertes previstas.
Dioses, capillas, mafias, motines, hambre. Presas, funcionarios. Verdugos igual.
Presos que caían enfermos y luego muertos, sin atención, cuando ya no era cárcel…cuando «todo es campo», lo de dentro del muro y lo de fuera.
Un espacio sin tiempo marcado para siempre, con o sin penal.
El PODER. El Panóptico. El afuera. Sus adentros. El “entre”, ese espacio vacío, físico y mental, es un “camino de ronda”, invisible. Camino de redención.
Un horizonte azul, largo, Aurático, cuya onda expansiva ha llegado a esta cárcel, y la desborda.
Carlos Agüero
Madrid 2020
Técnica: Videoperformance
Año: Noviembre 2019
Dirección y DF: Santiago Canción
Cámara y texto: Carlos Agüero
Performance y edición: Santiago Canción